Arena de naranja
Hoy hemos disfrutado de una propuesta que nos estimula varios sentidos: tacto, vista y olfato. No hay nada más agradable que poder disfrutar del juego experimentando, manipulando… mientras sus sentidos se agudizan.
Llenar, vaciar, tocar, trasvasar, dejar caer… muchas habilidades y destrezas en una sola propuesta.
Lo mejor, el disfrute de ellos y ellas: las emociones asociadas a cada actividad son las que dejan huella.
Y así es espacio Diente de León.
¡¡Ven a conocernos!!
Hacemos pan
¡Esta propuesta no solo es divertida! sino que también es educativa y una maravillosa manera de introducir a los niños en la cocina. Fomentamos la higiene y el orden, ayudándoles a entender la importancia de un buen lavado de manos y de mantener la zona de trabajo limpia y organizada.
Hacemos que los pequeños sean partícipes de todo el proceso: desde pesar y medir los ingredientes hasta mezclarlos y, finalmente, amasar el pan. ¡Aquí pueden dar rienda suelta a su imaginación y darle formas divertidas!
Mientras esperamos la fermentación y el horneado, limpiamos las mesas entre todos y luego conversamos tranquilamente sobre el proceso. ¿Qué les ha gustado más? ¿Qué cosas han aprendido?
Finalmente, disfrutamos juntos de un almuerzo hecho por nosotros. ¡A comer!
En Diente de León, hacemos pan juntos: “amasa, amasa, amasa siempre el pan”. Después molemos las semillas: “muele, muele, molinero, la semilla del granero”. Terminamos disfrutando todos juntos de un delicioso almuerzo hecho con nuestras propias manos. ¡A comer!
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